Viajar a Bangkok está cada vez más demandado, siendo muy frecuente elegir este destino para la luna de miel. Cuenta con aproximadamente 12 millones de habitantes, casi nada. Cuando llegas sientes el elevado porcentaje de humedad a la que tienes que acostumbrarte y no es raro que se produzcan lluvias abundantes que cesan en poco tiempo. Las calles están llenas de gente variopinta y cosmopolita que se desplazan en tuk tuk, el medio de transporte más usado en la ciudad.
Bangkok es una ciudad super turística aunque muy barata para el español. Ofrecen servicios de todo tipo y existen diferentes lugares para hacer shopping. Te dan un masaje completo de una hora y media o te hacen una pedicura de 10 por 4€ al cambio, y no creáis que es un masaje mal hecho, para nada, sales de allí como nueva y satisfecha. Comer puede costarte 6€ al cambio y te quedas lleno.
El hecho de que sea tan turística hace que existan lugares que hayan perdido su esencia, como ocurre con el mercado flotante. Seguramente fue un lugar muy especial donde los tailandeses vendían frutas y verduras locales en unas barcas de madera, llenas de colores vibrantes pero la realidad actual es también ver barcas vendiendo souvenirs, turistas haciendo fotos subidos en las barcas y más souvenirs colocados a pie el canal.
Hablando de fruta y verdura, os recomiendo consumáis sobre todo fruta: mangosteen, mango, lichi, plátanos mini que crecen en esta zona, todas están dulces y deliciosas, además con el calor es lo que más apetece tomar, igual que beberte el agua de un coco recién abierto o un auténtico smoothie de mango, con ingredientes naturales. Para comer, disfruté muchísimo con los noodles en todas sus versiones, el noodle es ancho y esponjoso y lo preparan de una forma riquísima, el pad thai también está buenísimo, acompáñalo con una cerveza chang, típica tailandesa.
Para moverte por Bangkok lo ideal es que cojas un tuk tuk, aparte de vivir la experiencia es un medio de transporte muy rápido. Solo te aconsejo algo, negocia el precio antes de subirte, diles dónde vas y que te diga cuál es el precio. Si te desenvuelves bien hablando en inglés, explícale que no quieres que haga paradas en tiendas para comprar. Es muy común que te montes en un tuk tuk y te vaya parando en tiendas para que te bajes y compres, esto hace que te retrases y si no estás interesado, es una pérdida de tiempo.
También existe la posibilidad de coger un taxi, en Bangkok son de color fucsia, aunque tienen taxímetro, no lo utilizan. Si nuevamente no pactas con el chófer el precio, te va a cobrar lo que le parezca.
Antes de viajar a Bangkok nos recomendaron alojarnos en Villa Cha-Cha, situado en: 36 Tani Road Taladyod Pranakom (Bangkok). Nos gustó lo que vimos por Internet y allí nos quedamos.
Este hotel se encontraba en la zona catalogada como «zona para mochileros», en la animada Calle Khaosan. Esta calle está llena de servicios; lugares para darte masajes o hacerte pedicura, bares para comer, tiendas para hacer compras, puestos de comida callejera y agencias para contratar excursiones. Los bares suelen poner música, ves a multitud de gente paseando por allí, sobre todo gente joven de diferentes nacionalidades, calles llenas de color y carteles luminosos, lavanderías, “ciber bar”…
La decoración era exótica, típica tailandesa, con piscina, terraza para comer y las habitaciones sencillas pero muy limpias.
Si necesitas comprar cualquier cosa, abundan los 7-Eleven, «tiendas de conveniencia» cuyo horario es ininterrumpido, incluso están abiertas de madrugada.
Y hasta aquí llegan las curiosidades que más destaco tras viajar a Bangkok. Desde esta zona es posible desplazarse para hacer diferentes excursiones, algunas de ellas muy interesantes que iré contando más adelante en futuros post.
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